Las gárgolas son uno de los símbolos más universales. Puede codearse perfectamente con otros seres imaginarios de más calibre, como son el hombre lobo o los vampiros.
Pero detrás de este icono tan reconocido, se esconden errores de bulto, fallos de interpretación y mucho desconocimiento.
Si quieres entender realmente qué representan las gárgolas y entender su significado oculto, sigue leyendo…
¿Qué son las gárgolas?
Antes de nada, es necesario dejar claro qué es una gárgola.
En esencia, las gárgolas de piedra son elementos arquitectónicos muy antiguos. Nació como una solución práctica para evitar las humedades y deterioro de fachadas en los edificios.
La gárgola más antigua que se conoce data de hace 13.000 años, que representaba un cocodrilo, hecha en piedra y localizada en lo que hoy en día es Turquía. También se pueden encontrar en otras culturas antiguas como la egipcia y la griega, donde solían representar cabezas de león.
Pero durante la Edad Media, con el auge del estilo gótico, fue donde se popularizaron y llenaron las fachadas y tejados de las catedrales e iglesias construidas en la época.
Técnicamente, es el tramo final de un canal o tubo que sobresale de la estructura para evacuar las aguas del tejado, lo más alejado posible de la fachada, evitando que bajen por la misma.
Esto mejoraba la conservación de fachadas y cornisas de los monumentos. Pero, en dichos emplazamientos, unos tubos o canaletas a la vista se antojaban fuera de lugar, y es por eso que adquirieron formas y motivos decorativos de la época.
Un origen algo banal, pero que los artistas y el imaginario colectivo impulsó a las gárgolas al podio de nuestro panteón particular de monstruos y seres fantásticos.
Las gárgolas en arquitectura
Dejando mitos y leyendas para más adelante, en arquitectura empezaron a emplearse masivamente en las catedrales de estilo gótico, donde ayudaban a decorar y dar un toque más estético al conjunto.
Las también llamadas «grifos«, suelen ser grotescas, con formas de animales, demonios y otros seres terroríficos. Se buscaba representar la estampida de los demonios del templo, aunque se cree que servían también como protección para ahuyentar a los espíritus malignos.
Los motivos y simbología usados están claramente marcados por la época. De hecho, en restauraciones y construcciones más contemporáneas, es habitual ver gárgolas de personajes más actuales y acordes a los nuevos tiempos.
Aquí empieza a difuminarse el término y a surgir los malentendidos, ya que suelen denominarse gárgolas a todas aquellas figuras que a adornaban las fachadas.
Y no todas son gárgolas, si no que son quimeras. Éste es sin duda el mayor error de concepto. Las gárgolas tienen un propósito arquitectónico más allá del decorativo, mientras que las quimeras reducen su presencia a una mera intención estética.
Es un error muy común, pero entendible. No todos tenemos conocimientos de arquitectura e historia del arte.
Una muestra clara de esto está en las gárgolas más famosas del mundo, las de la Catedral de Notre Dame. No todas son gárgolas y tampoco originales del edificio, si no que se añadieron más tarde, inspiradas por los relatos fantásticos de Victor Hugo.
Mitología y leyenda de las gárgolas
Llegados a este punto, se puede suponer que las gárgolas tienen un origen mitológico muy antiguo. Pero más allá de un uso circunstancial y arbitrario de cierta simbología, las gárgolas no son seres mitológicos.
Gárgolas y quimeras
La quimera sí cuenta con un origen mitológico. Y es por esto que es necesario diferenciarlas. Si no está diseñada para evacuar el agua, no es gárgola, es quimera.
Las gárgolas tienen, en cualquier caso, su origen en una leyenda, que posiblemente inspiró a los artistas de la época. He aquí otro error habitual, confundir mito con leyenda.
La leyenda de Gargouille
Se cree que las gárgolas proceden de una antigua leyenda francesa. A principios del siglo VII, la pueblos a orillas del Sena vivían atemorizados por el dragón Gargouille.
Este ser, que a menudo se describía con forma de reptil con alas, cuello muy largo y mandíbulas prominentes, destruía todo aquello que se encontraba.
Este feroz monstruo escupía agua y desvastaba la región a menudo con grandes inundaciones. También era famoso por destruir aldeas y engullir flotas enteras de barcos.
Pero esta terrorífica criatura vio su final a manos de Romanus, el nuevo sacerdote de la población de Rouen. A condición de que sus ciudadanos se convirtiesen al cristianismo y se fundase una iglesia, Romanus les libraría del dragón.
Así fue como Romanus, armado solo con su fe y utensilios de exorcismo, dominó a la criatura con la señal de la cruz, llevándolo cual dócil mascota hasta la plaza del pueblo, donde fue sentenciado a morir quemado en la hoguera.
Fue entonces que, ante la incapacidad de quemar su cabeza, decidieron colgarla en el balcón del ayuntamiento, como recuerdo de aquellos malos momentos.
Así es cómo se ha tratado de explicar qué significan las gárgolas y el uso que se le da a estas figuras como sumideros de agua.
Gárgolas en la Biblia
Es habitual ver gárgolas en iglesias y catedrales católicas. Y puede resultar chocante cómo se decoran estos templos con figuras y estatuas que representan demonios, animales y otras criaturas, que podrían bien pasar por paganas.
Esta situación no es exclusiva de emplazamientos católicos, ya que se pueden encontrar en otras edificaciones, tanto actuales como antiguas en diversidad de culturas y religiones.
Pero según la biblia y otras referencias cristianas, la explicación a la simbología de las gárgolas en las fachadas es símplemente pedagógica.
Como en la antigüedad la población era en gran medida analfabeta, se utilizaba esta simbología para que los ciudadanos entendieran el mensaje.
Un mensaje sencillo, el mal no puede entrar en lugar sagrado, y huye despavorido ante la señal de la cruz.
Hasta aquí, la explicación parece encajar como en tantas ocasiones. Pero la simbología gargólica es muy diversa y representan muchas más cosas que demonios y monstruos grotescos.
De ahí que surgen más explicaciones, donde águila, buei, león y ángel representan los cuatro evangelistas y el dragón es satanás. Otras, como lobos, ovejas, cabras, etc., hacen referencia a los pecados capitales.
Y en cuanto a quimeras y otros seres fantásticos híbridos, la justificación pasa por la biblia:
6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Apocalipsis 4:6-8
6 Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.
7 Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido.
8 Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados.
9 Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante.
10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila.
11 Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos.
12 Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían.
13 Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.
14 Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos.
Ezequiel 1, 6-14
Está claro que estos pasajes permiten justificar la presencia de estos símbolos, pero se quedan en conjeturas y explicaciones arbitrarias, que dejan sin resolver el significado oculto de las gárgolas.
Gárgolas en los sueños
Abordamos ahora de forma breve qué significa soñar con gárgolas.
En la interpretación de los sueños, a menudo se indica que la gente solitaria o introvertida es la más propensa a soñar con gárgolas. Está relacionado también con miedos muy profundos y fobias, aprovechando el lado misterioso y oculto que sugieren las gárgolas.
El significado del sueño dependerá mucho del desarrollo del mismo. Se diferencia así el soñar con gárgolas volando cerca de sus emplazamientos o soñar con gárgolas vivas, por ejemplo.
En general, se pueden categorizar los sueños con gárgolas de la siguiente manera:
- Soñar con gárgolas vivas en catedrales e iglesias: Eres enigmático y ocultas muchos secretos. Tienes un lado oculto que debes descifrar para entenderte mejor.
- Soñar que ves una gárgola en otro lugar: Como en tu casa, tu lugar de trabajo, etc., viene a evidenciar que tienes algún problema en ese lugar en concreto, y debes solucionar cuanto antes.
- Soñar que eres una gárgola: Eres demasiado introvertido y solitario, y debes prestar atención para no caer en tus propios pensamientos y aislarte del mundo.
Com siempre ocurre con los sueños, cada caso debe ser interpretado según el contexto y situación de sujeto que sueña.
Por ejemplo, no significa lo mismo soñar con gárgolas que te atacan si estás pasando una etapa de estrés por problemas laborales, o en cambio estás afrontando una etapa de crecimiento personal, donde los miedos afloran por razones totalmente distintas.
Gárgolas en la cultura popular
Las gárgolas han sido siempre objeto y fuente de inspiración. Y es que son muchos los ámbitos de la cultura y el arte donde estas figuras toman presencia.
Pero dando un toque más contemporáneo, destacaremos su influencia en el cine y la televisión.
Gárgolas en el cine
En el cine, el icono más representativo es la película de animación «El jorobado de Notre Dame« de 1996, producida por Disney. Es una adaptación de la novela «Nuestra Señora de París» de Victor Hugo, que antes ya había inspirado las mismas gárgolas de la Catedral de Notre Dame.
En la historia, las gárgolas hacen compañía a Cuasimodo, el protagonista. Cobran vida en su presencia y lo acompañan en la historia a modo de consejeras y ayuda.
Aparte de este clásico del cine de animación, hay otras películas donde las gárgolas cobran todo el protagonismo:
- Gargoyles (1972).
- Curse of the Talisman (2001).
- Gargoyle. Wings of Darkness (2004).
- Reign of the Gargoyles (2007).
- Rise of the Gargoyles (2009).
Gárgolas en la televisión
Son pocas las ocasiones en las que las gárgolas son las protagonistas de un show de televisión. Pero cuando lo son, lo son a lo grande. Y éste es el caso de la serie de dibujos animados Gargoyles.
Emitida durante los años 90 del siglo XX, la serie relata las aventuras de un clan de gárgolas guerreras que reviven en el Nueva York actual tras siglos atrapadas en la piedra por un hechizo.
Es de lo mejor que se emitió en la década de los 90, tanto para pequeños como mayores. Una obra maestra que no puedes perderte y tienes más detalles en este artículo dedicado a la serie de dibujos animados «Gárgolas».
Gárgolas eternas
Llegados al final de este repaso por algo tan enigmático y eterno como son las gárgolas, solo queda agradecer a todos aquellos factores que permiten su existencia.
Los amantes del misterio, la historia y las ciencias ocultas seguiremos enamorados de ellas, su significado oculto y cómo su imagen hace volar nuestra imaginación.
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